Hermanamiento con Breña Alta
En estos días tan entrañables los participantes en este viaje pudieron disfrutar de los encantos de la Isla Bonita y de un recibimiento por parte de nuestros hermanos breñuscos lleno de afecto y emotividad. La agenda que tenía preparada el Ayuntamiento de Breña Alta para los noriegos estaba llena de sorpresas, y con el claro objetivo de que los noriegos conocieran de norte a sur la isla, y muy especialmente el municipio breñusco.
Así el primer día de la visita, y tras el caluroso recibimiento de la corporación breñusca, la expedición Noriega visito la zona norte de la isla –Sauces, Barlovento, San Andrés y Puntallana-, el día siguiente tocaba el sur. La impresionante Caldera de Taburiente se abría a los ojos de los noriegos en esta jornada; era solo el principio. El Paso, Los Llanos de Aridane, Tazacorte, Puntagorda y Fuencaliente, completarían éste segundo día, donde los volcanes de San Antonio y Teneguía, quedarán para el recuerdo de los participantes con sus impresionantes cráteres.
El tercer día, y último en la Isla de La Palma, sería por ende el más emotivo de la visita. En ese día los noriegos visitaron el municipio de Breña Alta, con sus numerosas instalaciones. Mediada la mañana se procedía a la inauguración de la Plaza de Añora, en Breña Alta. Momento éste especialmente emotivo, acompañado de la siembra de dos chaparros, que con el tiempo serán testigos de nuestro Hermanamiento. Más tarde se procedió al acto institucional de hermanamiento en el Salón de Plenos de Breña Alta, donde los alcaldes de ambas localidades destacaron su voluntad de colaborar en proyectos de intercambio cultural, así como a mantener los lazos de unión entre las dos localidades. El intercambio de regalos y recuerdos fue el punto final de este acto institucional. El pueblo de Añora entregó a cada Cruz breñusca una banda bordada y pintada a mano por manos cruceras, y un cuadro en piel con los escudos de Breña Alta y Añora. Por su parte el pueblo de Breña Alta, de manos de su alcalde Blas Bravo, nos obsequió con una Cruz de madera en tamaño real y con un cuadro con los mismos motivos que el anterior, pero este bordado en seda.
La comida de hermandad, acompaña de música tradicional isleña, tuvo lugar en el recinto ferial de San Isidro. Se degustaron platos típicos de la zona. A continuación se visitaron la Cruces, los dragos Gemelos y una muestra de artesanía local.
En la noche los actos de hermanamiento siguieron: bailes tradicionales, lucha canaria, cena de hermandad e intercambio de culturas darían paso a una despedida inolvidable llena de emoción entre los dos pueblos hermanos.
Fueron tres días de perfecta armonía entre dos pueblos hermanos, llenos de cordialidad y afectuosidad mutua. Donde la HOSPITALIDAD de los breñuscos sorprendió a todos y nos quedará como recuerdo imborrable de esta visita.
«Un homenaje que no olvidaremos nunca», tal y como recalcó el alcalde de Añora, Bartolomé Madrid.