Durante los días del 9 al 14 de Octubre, se ha celebrado un seminario Internacional sobre la Solidaridad Intergenaracional en un paraje inolvidable a unos 20 minutos de la ciudad letona de Rezneke. Dicho seminario ha sido organizado por la organización World at our home (de Letonia) con motivo de la celebración en el 2012 del Año Europeo de la Solidaridad Intergeneracional y al cual he tenido el placer de asistir como Concejala de Juventud del pueblo de Añora junto con Kiko Navas, técnico de juventud del Ayuntamiento de Cabra. Nuestra presencia en el seminario como únicos representantes de España no hubiera sido posible sin la invitación que se nos hizo desde la Diputación de Córdoba.
Esta experiencia ha sido muy positiva en todos los aspectos (formal y humano) para casi todos los participantes, pero especialmente para mí puesto que no tenía experiencia previa en eventos de este tipo. Estos días, Kiko y yo hemos conocido a 32 personas de 12 nacionalidades, rumanos, ucranianos, armenios, franceses, italianos… pero me merecen una mención especial los representantes de Jordania, Turquía e Israel, ya que a pesar de las enormes diferencias culturales y religiosas, han estado plenamente integrados y especialmente interesados en colaborar y trabajar conjuntamente con nosotros (españoles) en algún proyecto futuro.
Además de conocer a los participantes, el primer día del seminario fue dedicado, casi por completo, a la presentación por parte de cada representante de sus respectivas organizaciones y algunos de los proyectos más relevantes realizados hasta el momento. Algunas de esas organizaciones eran, por ejemplo, la francesa Eurocircle, la rusa Center for Interethnic Cooperation, la armenia Civic Forum, la alemana Stenbeis, la georgiana Student-Youth Council, etc… Yo, como no formo parte de ninguna organización e iba como concejala de juventud Añora, hice una presentación en PowerPoint sobre nuestro pueblo mostrando fotografías de los edificios más destacados, todas nuestras fiestas, destacando por encima de todas, Las Cruces de Mayo y Las Olimpiadas Rurales; además de presentar las principales actividades como son la ganadería y la agricultura y para terminar, nuestra gastronomía, de la cual pudieron disfrutar en una fiesta posterior. Al terminar mi presentación, les regalé a todos los participantes unos dípticos con información sobre nuestro pueblo y unas postales de las cruces, ante las cuales se mostraron incrédulos porque no se imaginaban cómo podían hacer esas obras de arte.
Ya por la noche, celebramos la Fiesta Intercultural, donde cada participante expuso para degustar la comida y bebida típica de su país, además de divertirnos con la música y los bailes típicos de los mismos. Por supuesto, en la fiesta no podía faltar, por parte de Kiko y mío, una buena sangría, unos derivados del cerdo ibérico de los Pedroches, jamón, chorizo, lomo… y ocho variedades de queso, todo ello donado para dicha ocasión por la empresa cordobesa COVAP.
El segundo y tercer día los pasamos asistiendo a clases, comenzando las mismas con ejercicios de energizers propuestos por la organización o por algún participante del seminario para empezar bien el día. A continuación, se nos informó sobre el Programa Juventud en Acción, centrándose en las características de los intercambios juveniles y el servicio europeo de voluntariado. Además, hicimos varios talleres para recabar datos e ideas, para ya el último día, en grupos, poder hacer simulacros de proyectos, los cuales espero que algún día puedan realizarse.
A pesar de las muchas hora dedicadas a las actividades propias del seminario, también pudimos visitar una tarde una de las catedrales más importantes de Letonia, que se encuentra en Rezneke, y el llamado Museo del Pan. Un lugar muy particular, muy alejado de la concepción que tenemos en España de museo pero que no olvidaremos por la agradable, divertida y generosa acogida de su dueña.
Y así llegamos al final de nuestra estancia en este maravilloso entorno (Raznas licis) y como despedida, la organización del seminario (Julia y Natasha) nos tenían preparada una exquisita cena. Al terminar, nos hicieron entrega del Youth Pass o del Certificate junto con un jarrón o vaso de cerámica como souvenir.
Ya de vuelta en casa, al igual que mis compañeros, me encuentro muy satisfecha y decidida a poner en marcha en mi pueblo (Añora) algún proyecto para realizar intercambios juveniles y promover el voluntariado.
Marisa Bejarano García
Concejal de Juventud, Educación y Formación, y Participación Ciudadana
Ayuntamiento de Añora (Córdoba)