Fiestas y Tradiciones
Fiesta de la Cruz de mayo
Las raíces históricas de la fiesta de la Cruz en el pueblo de Añora no están definidas en su origen con precisión y se pierden, sin duda, en la noche de los tiempos, pues no existe una documentación precisa y fehaciente de carácter histórico que enmarque en una fecha aproximada los inicios de esta fiesta tan singular. Aún así, existen distintas señales, a nivel comarcal, que pueden dar una noticia aproximada de cuando empezó a celebrarse este evento religioso-festivo en la zona de los Pedroches, aunque tampoco podría definirse con mucha nitidez la fecha exacta de su iniciación. Si tomamos algún dato en un plano general, los escritos más antiguos que podemos hallar en torno a la fiesta de la Cruz se remontan al siglo XVIII y se nos dice en ellos que esta celebración estaba muy extendida por toda España durante el citado siglo. No obstante, según algunos escritos existían variaciones bastante apreciables entre las celebraciones de la Fiesta de la Cruz en unos y otros lugares del país, aunque sus motivos principales y esenciales fuesen los mismos repitiéndose, por ello, elementos idénticos del festejo en todas partes. El motivo esencial del evento religioso-popular se centraba en el adorno de una cruz de tamaño natural, algunas veces más reducido, dentro de una casa o en el exterior, en algún rincón de calle o plaza. Consistían los adornos en colocar en la cruz, o en torno a ella, distintas plantas o flores, collares, cuadros, etc…
Sobre nuestras cruces...
Las raíces históricas de la fiesta de la Cruz en el pueblo de Añora no están definidas en su origen con precisión y se pierden, sin duda, en la noche de los tiempos, pues no existe una documentación precisa y fehaciente de carácter histórico que enmarque en una fecha aproximada los inicios de esta fiesta tan singular. Aún así, existen distintas señales, a nivel comarcal, que pueden dar una noticia aproximada de cuando empezó a celebrarse este evento religioso-festivo en la zona de los Pedroches, aunque tampoco podría definirse con mucha nitidez la fecha exacta de su iniciación. Si tomamos algún dato en un plano general, los escritos más antiguos que podemos hallar en torno a la fiesta de la Cruz se remontan al siglo XVIII y se nos dice en ellos que esta celebración estaba muy extendida por toda España durante el citado siglo. No obstante, según algunos escritos existían variaciones bastante apreciables entre las celebraciones de la Fiesta de la Cruz en unos y otros lugares del país, aunque sus motivos principales y esenciales fuesen los mismos repitiéndose, por ello, elementos idénticos del festejo en todas partes. El motivo esencial del evento religioso-popular se centraba en el adorno de una cruz de tamaño natural, algunas veces más reducido, dentro de una casa o en el exterior, en algún rincón de calle o plaza. Consistían los adornos en colocar en la cruz, o en torno a ella, distintas plantas o flores, collares, cuadros, etc…
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Ahondando aún más en su origen, según algunas teorías más o menos discutibles, la celebración de la fiesta de la Cruz, a nivel general, pudo haberse iniciado mediante la transformación de una fiesta pagana en la cual se ofrecía un culto al árbol, como elemento simbólico de la Naturaleza, que se solía celebrar a la entrada de mayo. Fue llegado a un punto cuando las autoridades eclesiásticas, en un momento impreciso, tomaron su empeño en transformar la fiesta pagana del culto a un árbol en la del culto a la santísima cruz. Con ello, se pretendía hacer desaparecer todas las supersticiones y creencias paganas que giraban en torno a la fiesta popular, sustituyendo un símbolo de la Naturaleza por otro de carácter sagrado y espiritual. Dicho intento de transformar una fiesta en otra se puede apreciar perfectamente en un documento del siglo XVIII, donde se contempla como el Conde de Aranda, en el año 1769, proclama en la Sala de Alcaldes de la Casa y Corte de Madrid que “no habiendo bastado las providencias que antes de ahora se han tomado para exterminar el rústico abuso de las que con nombre de mayas se ponen en las calles causando irrisión y fastidio a las gentes”. En aquellos momentos, la Sala tomaría distintas medidas que conducirían a la suspensión de estas prácticas populares. Unos años después, Carlos III dictaría una Cédula Real en este sentido, prohibiendo la celebración de las Mayas.A partir de entonces, sobre todo a lo largo del siglo XIX, comenzaron a fundirse, o a confundirse, la tradición popular de las Mayas con la celebración de la Cruz propiamente dicha. Y de esta fusión de celebraciones pagana y religiosa fue naciendo el carácter festivo, y al mismo tiempo sagrado, que define en la actualidad la celebración del Día de la Cruz; resumiendo, puede decirse que hubo un punto impreciso en el que el símbolo del mayo árbol se transformó en el de mayo-cruz. De todas maneras, contribuyó a esta transformación la coincidencia cronológica de ambos festejos, el pagano y el religioso y, asimismo, la coincidencia de sus motivaciones. El pueblo, siempre sabio, supo acoger a una fiesta nueva -la religiosa- que tenía mucho que ver con su fiesta ancestral.
En cuanto a la celebración del Día de la Cruz en el pueblo de Añora no resulta fácil datar su origen, como antes dijimos, dado que no existen documentos que atestigüen los primeros inicios de una fiesta tan enraizada en la localidad. Aún así, se sabe muy bien que el culto a la Cruz estaba muy arraigado en toda la comarca de los Pedroches desde muy antiguo, como lo demuestra algún dato concreto referente a algunos pueblos de la zona; así tenemos, por ejemplo, en el Guijo la veneración que se le tiene a la Virgen de las Tres Cruces, una advocación compartida con Santa Eufemia y Torrecampo por haber librado a los tres pueblos de la peste en el año 1649. Por otro lado, en la localidad de Dos Torres se conservaba una cruz guarnecida de reliquias en la ermita de Nuestra Señora de Loreto. Según los escritos, esta cruz fue una dádiva del Papa Gregorio XIII (1572-1585) al doctor Cornejo, médico natural de Dos Torres, como agradecimiento por haberle curado de una enfermedad muy peligrosa. Según las noticias, dicho regalo pudo haber contenido un lignum crucis, lo cual podría haber significado un elemento muy importante en el desarrollo y fomento del culto a la Cruz en la comarca de los Pedroches.
Referente al origen de la veneración de la Cruz en Añora, la fecha inicial del acto litúrgico de la Cruz no puede variar mucho del siglo XVI, cuando tuvo lugar la fundación de la Cofradía de l a Vera Cruz en Córdoba y, poco a poco, se fue extendiendo por diversos pueblos de la provincia, llegando, probablemente, a la localidad de Añora a mediados del citado siglo. En relación con la costumbre de vestir cruces parece ser que, en un principio, se solía hacer a modo de exvoto o agradecimiento religioso y eran muy frecuentes las cruces hechas por promesa. De todas maneras, lo que llama la atención es que un festejo de raíces eminentemente religiosas, puesto que en el mismo se utilizaba el símbolo esencial del cristianismo, desde su inicio adquirió un carácter eminentemente festivo y popular, exento de todo acompañamiento religioso, aunque si se dio en un principio la circunstancia de que, con motivo de la fiesta, se sacara una gran cruz de madera en procesión. Otra característica del festejo es que, en otro tiempo, cuando la cruz se vestía de un modo más sencillo, la celebración sólo duraba hasta la medianoche y, durante la velada, las mujeres rezaban las denominadas Mil Avemarías.
Después, con el tiempo, la fiesta de la Cruz en Añora acabó perdiendo su carácter religioso y, en la actualidad, de no existir la cruz como símbolo central del festejo nada indicaría que la celebración tenga algo que ver con un hecho religioso, sino más bien con un evento folclórico y de carácter festivo que volvió a adquirir su carácter primigenio, el que, hace ya varios siglos, exaltaba la naturaleza y la entrada de mayo en la imagen del árbol como un símbolo mágico exento de religiosidad, aunque tampoco olviden los noriegos que el carácter esencial de esta fiesta singularísima gira en torno a la exaltación de la Santa Cruz.
Fuente: La Fiesta de la Cruz en Añora, Colectivo Cultural Cangilón. Ensayo sobre fiestas populares de Los Pedroches, Antonio Merino Madrid
Feria y Fiestas en Honor a Ntra. Sra. de la Peña
La Feria y Fiestas de Añora se celebran durante los días 23 y 27 de agosto de cada año. Toda la celebración gira en torno a la Patrona de Añora Ntra. Sra. de la Peña y es junto con la Fiesta de la Cruz en mayo, la fiesta más importante del calendario noriego.
Tiene su origen en las antiguas ferias del ganado, que se celebraban en el recinto anexo de la Ermita de la Virgen de la Peña.
Comienza con la «bajada» de la Virgen a la Iglesia Parroquial de San Sebastián el día 23, día grande para todas las gentes noriegas, incluidos los residentes fuera de la Villa. Durante los días que dura la Feria, la Virgen sale en procesión por las calles del pueblo en horario matutino, acompañado por sus gentes, quienes se encargan de «sacarla» para cumplir alguna promesa hecha. Es tradición que sean los familiares y amigos de estos los encargados de llevarla a hombros, acompañada en todo momento con el sonido estremecedor de un sólo tambor que la acompaña.
Día de la Virgen
Es el primer sábado después de la novena de la Virgen de la Peña, normalmente segundo sábado de septiembre. Se realiza la «subida» de la Virgen de nuevo a su ermita, para de este modo celebrar el resto del año misa todos los jueves en su honor.
Desde 1912 la Hermandad que lleva su nombre se encarga de custodiarla, así como de fomentar su culto. Sus principales cargos son el de Hermano Mayor y el mayordomo, elegido por sorteo la noche del 23 de agosto, y encargado de velar por la buena conservación de la ermita y la imagen. Es este último también el que el día 24 de agosto tras los cultos religiosos celebrados en Honor de multitud a la Patrona, celebra un sencillo pero a la vez tradicional «convite» a base de garbanzos tostados, altramuces, hojuelas, turrones, productos ibéricos y buen vino.
La manifestación popular de estas Fiestas mantienen en lo general la misma estructura que cualquier Feria de estos rincones de Los Pedroches: bailes nocturnos, concursos, festejos taurinos, suelta de vaquillas, degustación de ternera, competiciones deportivas, continuas «aparcerías» en el recinto ferial, y sobre todo largas e inolvidables conversaciones en torno a una copa de manzanilla y un plato de jamón ibérico o en su defecto de «cochifrito».
Caracterizada en la comarca por ser una Feria entrañable y singular gracias a la hospitalidad y buen hacer de sus vecinos, quedan ¡como no! invitados a pasar un próxima Feria y Fiestas de Añora, donde sin lugar a dudas se sentirá protagonista de una singular y tradicional fiesta popular.
Otras fiestas populares de Añora, siguiendo el orden del año, son las siguientes:
San Antón (17 de Enero), que conservaba hasta hace pocos años una tradicional cencerrada por las calles del pueblo y por los campos cercanos. Esta tradición ha vuelto a resurgir.
La Candelaria (2 de Febrero), protagonizados por los inmensos candelorios que los niños de la localidad, agrupados por barrios, forman con leña con leña recogida laboriosamente recogida los días precedentes.
El Carnaval, que tuvo gran esplendor en le primer tercio de este siglo, pero que desapareció con la guerra civil. Hoy esta volviendo su esplendor.
San José (19 de Marzo), su hermandad es muy antigua y se conoce como «Mayordomía de San José» con un Presidente Vitalicio y un Mayordomo. Los hermanos se reúnen para celebrar una procesión en honor al Santo.
El Lunes de Pascua, llamado aquí «Día de los Hornazos», con la costumbre de pasar el día de campo y comer ese tradicional bollo coronado con huevos cocidos.
San Martín (11 de Noviembre), patrón de la localidad cuyo culto se inicio en la localidad francesa de Tours inmediatamente después de la muerte de la que llego su cuerpo desde Candes. La muerte ocurrió el 20 de Marzo del 579.En este día de San Martín, las pandillas de amigos suelen reunirse por la noche para celebrar una «comilona«, para después llenar las cerraduras de las casas del pueblo con las populares gachas hechas con harina y agua.
Santa Lucía (13 de Diciembre), fiesta dedicada a Santa Lucía.
Desapareció hace muchos años la subasta pública de carros de leña y gallos, donados por los fieles que cumplían sus promesas piadosas, que se celebraba la pascua de Navidad y cuyos fondos se empleaban en el culto a las Animas. Tampoco se conserva ya la fiesta de los quintos, la única sin motivación religiosa, que incluía en su ritual la quema de una encina. Hay que citar como integrante destacado del ciclo festivo local el complejísimo ritual de las bodas antiguas, que constituyen en sí misma una celebración en la que participaba casi todo el pueblo (familia, amigos de los novios, familia y amigos de los vecinos de la calle donde se celebraba la boda, etc.), han sido magnificas fiestas que duraban todo el día y no se dejaba de comer y bailar.